Magaly Moro

Adrián (30 años, San Martín de Porres). Señora Moro, mi esposa y yo vamos cinco años de casados y, en todo ese tiempo, le juro que jamás le he sido infiel y nunca se me ha pasado por la cabeza serlo. Amo a Xiomara desde el primer día que la conocí, por eso decidí pedirle matrimonio luego de dos años de noviazgo.

Yo siempre he sido un hombre tranquilo, callado y de bajo perfil, justo como el jugador de la selección peruana: Edison Flores. Incluso, algunos de mis amigos me fastidian por ser un poco “pavo” y por ser el primero en casarme de todos ellos, pero eso jamás me ha molestado en lo absoluto.

En la última semana salió un chisme de una supuesta infidelidad por parte del jugador y, aunque no tiene nada que ver conmigo, mis amigos empezaron a bromear diciendo que “los tranquilitos siempre son los más vivos”. Al inicio solo era un chiste, pero terminó llegando a los oídos de mi mujer y ella empezó a dudar de mí.

La situación se ha vuelto insoportable y un tanto ridícula. Xiomara no deja de preguntarme con quién hablo en Instagram y pone en tela de juicio mi fidelidad, a pesar de que yo nunca le he dado motivos para desconfiar. Desde hace días me revisa el celular y todas mis redes sociales.

No encuentra absolutamente nada porque, en efecto, no hablo más que con mis amigos del trabajo y mi familia, pero aún así mi esposa no me cree.

¿Qué debería hacer, señora Magaly? Me fastidia que desconfíe de mí y de mis valores, pero también me duele que piensa que soy como los demás. Ayuda.

Ojo al consejo

Estimado Adrián, considero que la actitud de tu pareja es muy infantil. A este punto de la relación ambos deberían estar seguros del amor y fidelidad que se tienen el uno al otro. Habla con ella.

Por otro lado, no hagas caso a los comentarios de los demás, pero sí hazle freno. Pídele a tus amigos que dejen de bromear con ese tema, pues ha afectado a tu relación. Suerte.