Dice que será fisicoculturista
Dice que será fisicoculturista

Pedro (32 años, Villa El Salvador). Doctora Moro, Maritza, mi futura esposa, se ha vuelto loca desde que empezó a ir al gimnasio.

Hace aproximadamente tres meses, le pedí que se casara conmigo. Desde entonces, ella ha estado emocionadísima y ha comenzado a tener una dieta estricta para, según sus palabras, “lucir regia en el vestido de novia”.

Todo marchaba de forma excelente, ella perdió los kilos que tanto quería, incluso me sentí motivado a hacer más deporte y eso me hacía sentir más activo; sin embargo, todo comenzó a tornarse mal cuando ella me dijo que quería ser fisicoculturista.

En un inicio, obviamente, me reí. Pero una tarde llegó a la casa con guantes, agarraderas de muñeca, cinturones y todos los demás implementos que usan los deportistas de ese nivel y comenzó a entrenar.

Me quedé pasmado. Me convertiré en la burla de todo el vecindario. Entonces, le reclamé y exigí que dejara de hacer eso. Si quería molestarme, ya lo había conseguido. Lo peor de todo fue cuando, en un momento de desesperación, le grité: “Se acabó, rompo el compromiso. No me pienso casar con una machona”.

Ella solo me miró y comenzó a llorar de manera desconsolada. Yo no sabía qué hacer y solo atiné a coger mis cosas y salir de su casa. Doctora, sé que he herido su ego, ella se veía tan emocionada, pero es que yo no puedo mantener un compromiso con alguien así, me cuesta mucho. Ahora no sé qué hacer, si persuadirla para sacarle esa idea de la cabeza, casarme con ella sin importar nada o dejar todo ahí. Ayúdeme, señora Moro, ¿qué debo hacer?

OJO CONSEJO:

La ruptura de un compromiso es algo serio que no se debe dar por una discusión superficial. Escucha por qué quiere ser fisicoculturista y apóyala a cumplir su sueño.

LEE TAMBIÉN:

HAY MÁS...

TAGS RELACIONADOS