Magaly Moro

Magaly Moro

Brunella (24 años, Lince). Doctora, siento que me he enamorado del hombre incorrecto. Estoy finalizando mi ciclo universitario y ya es momento de aclarar mi situación con Marcelo, pero no sé cómo decírselo. Además, no sé si él es el chico para mí.

Lo conozco desde hace un año, aunque recién hace dos meses que estamos saliendo. Él es un muchacho alto, moreno, atlético, con ojos pardos; en realidad, es muy guapo. Sin exagerar, es el más atractivo de la universidad. No hay chica que no haya dicho en algún momento al verlo: “¡Qué lindo!”. No puedo negar que es muy simpático. Sin embargo, su aspecto físico es lo único lindo que tiene.

Desde que empecé a salir con él, me di cuenta de que era un chico vacío, chismoso, prejuicioso y bastante crítico con todas las personas. En varias de nuestras salidas he escuchado cómo le responde de una manera muy irrespetuosa a su mamá y abuela cuando lo llaman. No mide sus palabras; solo dice lo primero que se le viene a la mente y, por lo general, son estupideces. Conmigo también ha sido así. A veces yo salgo emocionada para verlo y él me mira de pies a cabeza. “¿Para eso te has demorado tanto?”, me dice. En muchas ocasiones ello me ha hecho sentir pésima, pero nunca se lo demostraba; por el contrario, me reía para disimular.

Doctora, en realidad estoy muy confundida. Ese chico es tan perfecto por fuera que me siento hasta afortunada de que se haya fijado en mí, pero no sé si sea sano seguir con él. ¿Qué hago?

Ojo al consejo

Estimada Brunella, la respuesta está en ti misma. ¿De verdad quieres una relación con alguien tan superficial, que seguro solo velará por él mismo y nunca por la relación que tienen? Yo creo que no. Quiérete un poco más y date cuenta de que nadie merece a una persona así a su lado. Que el físico no te ciegue. Eso no es lo más importante; es efímero. Mucha suerte.