Lo conocí en iglesia limeña​
Lo conocí en iglesia limeña​

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Katherine (32 años, Cercado de Lima). Doctora, le escribo para contarle esta increíble emoción que me invade. Como debe saber, el buen papa Francisco llegó a Perú para visitarnos durante algunos días y mi familia y yo hemos estado yendo a la iglesia en estas últimas semanas. Luego de inclinarnos a hacer la venia, nos sentábamos en los reclinatorios a escuchar al sacerdote; pero, al terminar la misa, empezaba un bonito encuentro con Rafael. 

Mientras mi familia se adelantaba para regresar a casa, yo me quedaba siempre un rato más y veía que en el portal, al lado de la pila de agua bendita, un hombre muy serio se mantenía alejado de todos; porque casi siempre llegaba tarde. Estaba solo y, como me ganó la curiosidad, le hice unas cuantas preguntas acerca de sus tardanzas. 

Fue allí, doctora, donde su historia me dejó muy conmovida. Rafael estaba viudo desde octubre del año pasado. No era ningún creyente, pero la partida de su esposa lo dejó tan dolido que encontró en la oración y en los cánticos religiosos un abrigo para su solitario corazón. 

Enseguida quedé admirada por cómo sobrellevaba su dolor y poco a poco fui conociéndolo más. Me apena decirlo, pero cada día inventaba un pretexto para vernos. Aunque no tenía familia, era una persona bastante madura. 

Por mi parte, siempre lo animo con unos pasajes de la Biblia y, de paso, lo ayudo a recobrar fuerzas de la pérdida de su antiguo amor. Me gusta demasiado y no puedo controlarlo. Quiero darle todo mi cariño, aunque no sé si lo aceptará. ¿Qué debo hacer, doctora?

OJO CONSEJO:

Querida, debes darle más tiempo; porque esas heridas tardan en sanar. Te aconsejo que por el momento estés satisfecha con su amistad. Saludos.

LEE TAMBIÉN:

HAY MÁS...