Lo conocí en un bar del Centro
Lo conocí en un bar del Centro

Por:

magalymoro@grupoepensa.pe

Cinthia (24 años, Villa María del Triunfo). Doctora Moro, no suelo ir a fiestas, pero esta era una ocasión especial: mi mejor amiga, la menor del grupo, había conseguido su primer trabajo. Por este motivo decidimos ir al Centro de Lima para festejar. No teníamos claro a qué bar ir y en qué discoteca continuarla, pero ya estábamos en marcha. Caminando por el jirón Camaná encontramos un bar cuya música nos atrajo. Al entrar nos dimos cuenta de que el lugar era de mala muerte, pero nuestra idea era estar un rato, tomar unas cervezas e irnos a la discoteca más cercana. La primera ronda la pagué yo y luego ingerimos dos rondas más. Desde que entré al bar, me di cuenta de que en la mesa de al frente había un chico cuyo aspecto me llamó la atención. Tenía cabello algo largo y en su cabeza se distinguía una vincha, se parecía a Toledo en la marcha de los 4 suyos, pero era muy simpático. Pronto me di cuenta de que una joven le bailaba con esmero; pensé que era su pareja, hasta que esa chica, momentos más tarde, estaba besando a otra persona. Les dije a mis amigas que pronto volvería y -con la valentía que te da el alcohol- me acerqué a él, quien esta vez se encontraba junto a una rockola. Antes de decirle algo, me di cuenta de que había seleccionado mi canción favorita: “Luna” de Ráfaga. Sabía que era una señal y le dije para bailar. Bailamos un buen rato, pero por la bulla no pude escuchar bien su nombre. Luego mis amigas me jalaron y nos fuimos a la discoteca. Señora Moro, me quedé con deseos de conocerlo más. Volveré a ir este sábado, espero encontrarlo. ¿Está mal que me ilusione tan pronto?

OJO CONSEJO:

Querida, no es malo ilusionarse si se tiene los pies en la tierra. Siempre debes tener cuidado con quién te relacionas. Si te lo encuentras, conócelo más.

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