Me acostumbré a dormir sola

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Talía (35, Magdalena del Mar). Doctora, el verano ha durado mucho tiempo. El calor fue tan insoportable que tenía que bañarme varias veces al día. Elbert, mi pareja y conviviente, es un carnicero y trabaja a unas cuadras de mi casa en el mercado del barrio. A pesar de que se levanta temprano y a veces llega tarde, lo quiero mucho. Pero hace cuatro meses que no dormimos juntos desde que el bochorno se volvió insoportable para los dos; además, las altas temperaturas dañaron su aspecto personal.

Cada vez que me abrazaba sentía un olor a pollo muerto que emanaba de él. Confieso que fue un alivio separarnos por las noches, pues ya no peleábamos y no tenía que estar cambiando las sábanas a cada rato.

No obstante, hace algunos días comenzó a sentirse un poco de frío. Mi pareja me ha dicho que quiere volver a nuestra alcoba para poder calentarnos mutuamente, pero, siendo sincera, ya me acostumbré a dormir sola.

Tener mi propio espacio ha sido un respiro. Estoy segura de que él no lo va a entender de ese modo. Elbert es muy celoso, y tengo miedo de que reaccione de manera violenta.

Claro, él no llega a los golpes, pero sí podría comenzar a lanzar gritos que acaben con la calma que hay en nuestra casa.

La única cosa que le he dicho es que su olor me molesta. Sin embargo, a él no le importa.

Doctora, quiero preservar mi momento a solas en la habitación, pero si mi pareja ingresa de nuevo a ella, estoy pensando seriamente en terminar con él. ¿Qué debo hacer?

OJO CONSEJO:

Aunque la verdad duela, en cierto modo lo que tú deseas es estar sola. Probablemente la rutina te haya sofocado. Habla seriamente con él y en todo caso, busquen ayuda.

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