Magaly Moro

Magaly Moro

Coco (29 años, San Martín de Porres). Doctora, hace un tiempo acudí a un consultorio cerca de mi casa y allí vi por primera vez a Madelaine. Ella era la ayudante de un odontólogo y su belleza me atrajo. Se la veía linda con su uniforme de Hello Kitty, su gorrito y su mascarilla blanca.

Aunque se le oía altanera y engreída, su inteligencia, sonrisa y sus manos grandes y tersas me deslumbraron.

Empecé a tomarle más importancia a la higiene bucal y contaba las horas para ir al consultorio. De hecho, fui unas cuatro veces y durante ese tiempo logré tener su cuenta de Facebook.

Conversando con Madelaine, me enteré de que tenía novio y ya no trabaja cerca de mi casa, así que pensé que no la vería. Sin embargo, con el tiempo, empezamos a hablar más y a tenernos más confianza.

No sé si Madelaine se distanció de su chico, pero una noche fuimos a un bar. Antes de salir del local, la besé y luego le entregué un poema. Las salidas se siguieron dando y terminé enamorándome. Ella me decía “te quiero”, “amor”, “cariño” y cosas similares. Pese a ello, pronto se empezó a enfriar lo nuestro y volvió con su novio. Me bloqueó del Facebook y no me habló más. Pasó un tiempo y volvimos a conversar por las redes sociales. Le propuse vernos, pero ella se negó y dijo que ya no le importaba lo que había pasado entre nosotros.

Doctora, creo que ya no siente nada por mí y, aunque su volubilidad me desencantó, me sigue gustando. ¿Usted cree que debo seguir?

Ojo al consejo

Estimado Coco, te sugiero que olvides a Madelaine. Su carácter es voluble.

Si intentaras tener una relación con ella, te arriesgarías a que cambie de parecer en cualquier momento y sufrirías mucho por su comportamiento. Pon distancia de por medio y si ella te busca para conversar y retomar el romance, hazle saber que no quieres resultar herido. Suerte.