Magaly Moro

Charles (28 años, Jesús María). Estimada doctora Magaly, le pido que me ayude a resolver un grave problema del corazón que me aqueja desde hace seis meses. Me enamoré de una hermosa gitana. Su nombre es Zita. Tiene 25 años y unos ojos grandes de color negro. Sus pómulos son de un rosado natural que contrasta con la blancura de su piel. Además, es alegre y divertida. La conocí hace un año. Trabaja en un mercado ubicado cerca de mi casa. Al poco tiempo, descubrí que era la mujer de mi vida.

Sin embargo, mis ilusiones de tener una familia con ella se fueron al tacho cuando le confesé mis sentimientos. Ella me dijo que lo nuestro era un imposible, porque al ser gitana solo podía casarse con alguien de su pueblo, es decir, con un gitano como ella.Hace un mes, me animé a hablar con sus padres para pedirles una oportunidad; sin embargo, como era de esperarse, ellos no quisieron escucharme.

Cuando me abrieron la puerta de su casa, me dijeron que sabían cuál era mi intención y que, definitivamente, no estaban de acuerdo. Me exigieron que me aleje de Zita y me advirtieron que si no lo hacía, la casarían con un gitano mucho mayor que ella. No sé qué hacer, doctora. Mi última opción es huir con ella hacia algún lugar en donde podamos vivir libremente nuestro amor.Sin embargo, temo que ella no acepte mi propuesta. Zita me ha dicho que también me quiere, pero que no desea alejarse de sus padres ni de su pueblo. ¿Qué hago con este amor que me consume?

Ojo, consejo

Estimado Charles, te aconsejo que intentes hablar nuevamente con los padres de Zita. Demuéstrales con hechos que tus intenciones son serias. Si ella también te ama, es bueno que luchen por estar juntos. Considero que lo de huir no les traería cosas buenas a ambos. Lo mejor que pueden hacer es proceder de forma madura si realmente quieren que su amor prospere. Suerte.

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