Me enamoró con una arepa
Me enamoró con una arepa

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Mariana (26 años, Ventanilla). Hola, doctora. Le escribo esta carta porque no sé cómo presentar a mi enamorado a mi familia. Yo siempre fui una persona muy prejuiciosa hasta que conocí a Javier, un hermoso chamo. Nuestra historia pudo haber sido solo una anécdota, pero su carisma hizo que prospere. Yo llevo clases de taller de pintura en el Museo de Arte de Lima (MALI), por tal motivo voy una vez a la semana por el Centro de Lima.

Una tarde de amigas, un venezolano se nos acercó a ofrecernos arepas. Él muy coqueto al darse cuenta que no compraríamos, pidió una sonrisa a cambio. Las tres nos miramos y decidimos con una mirada cómplice, que en nuestros labios no se iba a dibujar nada.

Sin una pizca de vergüenza, el venezolano se me acercó y preguntó por qué no sonreía; yo contesté porque no tenía dientes. La chispa se disparó y todos nos carcajeamos por un rato. El chamo a un lado no me quitaba la mirada hasta que tuvo un cliente.

A la semana siguiente, yo volví a mis clases y también lo volví a ver. No puedo negar que era y es un tipo muy atractivo, por lo que ante su saludo respondí con un movimiento de cabeza. Y así nuestra historia de amor se tejió por seis meses.

Este sentimiento es muy fuerte y quiero gritarlo al mundo entero, pero aún no puedo decirle a mi familia. La verdad es que no sé muy bien cómo explicarles que Javier es un ambulante y yo una abogada. Doctora, ¿qué debo hacer?

OJO CONSEJO:

Querida, debes vivir plenamente tu amor. Además, recuerda que cualquier trabajo dignifica a la persona, así que si estás segura lo puedes presentar.

LEE TAMBIÉN:

LEE TAMBIÉN: