Magaly Moro

Pedro (27 años, Cercado de Lima). Señora Moro, tengo el corazón destrozado. Desde hace dos años, mi padre alquila cuartos en el segundo piso de nuestra casa. Hace un año llegó Julieta preguntando por el precio de alquiler de una habitación; le dije el costo, que en ese entonces era de 200 soles, y las condiciones de la renta. Finalmente, ella se quedó con el cuarto.

Julieta me pidió mi número de celular, me contó que quería contactarse conmigo si es que llegaba a tener alguna inquietud con respecto al alquiler. Así empezamos a hablar por WhatsApp, pero no de la renta, sino de otros temas. Por lo general, ella iniciaba la conversación. Nos hicimos amigos. Descubrí que era una chica extrovertida, divertida y cariñosa. Sin darme cuenta me enamoré. Cuando le expresé mis sentimientos, me contestó que también sentía lo mismo. Entonces, le pedí que fuera mi pareja. Así pasaron cinco meses. No obstante, hace un mes ocurrió algo que destruyó mi corazón.

Mi padre decidió subir el precio de los cuartos a 250 soles. Le comuniqué la noticia a Julieta y, cuando se enteró, se puso histérica. Me dijo que ella no debía pagar ningún centavo porque era mi pareja. En medio de su ira, me confesó que me había enamorado con el objetivo de que en el futuro no pagara el alquiler. Eso me devastó. Desde ese día no he vuelto a hablar con ella en persona. Sin embargo, Julieta me ha escrito y dice que lo que me confesó fue mentira. No sé si creerle. La amo, pero ahora dudo de sus sentimientos. ¿Qué hago, doctora?

Ojo al consejo

Estimado Pedro, te aconsejo que te alejes de Julieta. Ella no tiene motivos para enojarse por el incremento del precio del alquiler. Lo que te dijo generaría dudas en cualquier persona, y con eso no se puede sostener una relación amorosa. Además, cabe la posibilidad de que sea cierto. Mejor no te arriesgues. Mucha suerte. Señora Moro, tengo el corazón destrozado.