Magaly Moro

Magaly Moro

Alejandro (36 años, Surquillo). Doctora Magaly, estoy en una relación con Maritza desde hace tres años, y a pesar de que ella siempre ha sido muy linda conmigo, en estos últimas semanas he notado que está un poco más estricta con mi alimentación, todo a raíz de que ha iniciado nuevamente su rutina en el gimnasio.

Desde el momento en que se reunió con su nutricionista, se ha puesto muy intensa con el tema de las calorías y las grasas, ya no quiere comer frituras ni carbohidratos. Lo más pesado del asunto es que tampoco me deja comer esas cosas a mi. Su actitud me fastidia muchísimo porque yo soy de buen diente doctora, a mí me encanta comer bastante, sobre todo mi salchipapita dos veces por semana, pero 'Mari' no quiere.

A veces la quiero mandar a volar porque con mi comida nadie se mete; sin embargo, cada vez que inicio el tema, ella me pone unos ojitos de gatito y me dice "amor, es por tu bien, quiero que seamos la pareja más fitness en la playa".

La verdad no sé porqué se ha obsesionado tanto, sospecho que es porque vamos a ir de viaje a mediados de febrero con sus compañeros de trabajo y no quiere que le avergüence con mis rollitos de más.

Señora Moro, para mi esto de estar fitness está siendo un martirio, mi cuerpo pide broaster o pollito a la brasa, hasta sueño con comida, esto ya es el colmo. Necesito que me diga qué hacer, no soporto las lechugas en ensaladas junto a batidos extraños de chía, tan solo pensar en eso, hasta me duele la cabeza. ¿Qué me aconseja?

Ojo al consejo

Querido Alejandro, adaptarse a una nueva rutina siempre es complicado, pero quizás tu pareja tenga razón y debas evitar los excesos. No obstante, también es una cuestión de decisión; si tú aún no te sientes preparado para este cambio, no lo hagas por ella, porque solo generará fastidio hacia la acción o a tu pareja. Lleguen a un consenso a través del diálogo.