Por: Magaly Moro
magalymoro@grupoepensa.pe
María Angela (40, San Miguel). Doctora, no sé si soy muy chapada a la antigua, pero mi esposo se ha vuelto un revolucionario en cuanto a nuestra vida sexual. Es realmente muy extraño y molesto. Nunca he tenido problemas para experimentar cosas nuevas en la vida, un corte de pelo, estilo de ropa, entre otras cosas. Pero esto es todo lo contrario a lo que estoy acostumbrada.
Verá, hace poco mi marido, quien es mayor que yo, por motivos de salud renunció a su empleo de toda la vida. Un problema en la rodilla lo dejó en reposo por seis meses. A raíz de ello, nuestra vida sexual se redujo porque no podía hacer esfuerzo innecesario, un mal movimiento y su recuperación sería más lenta. La cuestión es que lo he tenido en abstinencia por un mes.
A raíz de ello, empezó a visitar algunas página web para adultos, pero además se ha obsesionado por algunos libros eróticos, entre ellos: “Cincuenta sombras de Grey”, “Pídeme lo que quieras”, entre otros. Para su gusto son muy románticos y para chicas, pero al menos le entretienen las partes más candentes.
La cuestión es que su imaginación ha comenzado a idear algunas cosas para nosotros, inspirada en estos relatos. Ya le dije que no quiero eso, pero me sigue insistiendo. Doctora, como mujer me sentiría denigrada si accedo a esos juegos, ya que son de índole sadomasoquista, pero tampoco quiero decepcionar a mi marido. Según él, se ha inventado algunos juegos que no perjudicarán la salud de su rodilla, ¿qué debería hacer?
OJO CONSEJO:
Las cosas nuevas traen aventura a la relación. No obstante, lo importante es sentirse segura y feliz de hacerlo. Si no es así, no accedas, pero habla con él para encontrar otra salida.
LEE TAMBIÉN: La universidad acabará con mi relación
HAY MÁS...