SEBASTIAN (42, Chiclayo). Estoy atravesando por una situación difícil e incómoda, pues mi ex pareja no me deja tranquilo, me llama constantemente para regresar y reanudar una relación que el tiempo que duró fue por demás tormentosa.
Tuve dos años de amores con Eugenia y si bien hubieron buenos momentos, la mayor parte del tiempo peleábamos por los celos enfermizos e inseguridades de ella, toda vez que no comprendía que mi horario de trabajo no me permite tener mucha vida social, pues salgo de la fábrica casi a la medianoche.
Desde que empezamos el romance Eugenia sabía muy bien que a excepción de los sábados que descanso, ningún otro día puedo ir a compromisos, salvo que sea una fiesta que dura hasta la madrugada. Incluso resultaba difícil vernos porque cuando yo me voy a casa ella está durmiendo para irse a trabajar muy temprano.
Como nuestros horarios no coinciden mucho ella se mostraba insegura, muy celosa y creía que la estaba engañando, aun cuando me llamaba al trabajo y se cercioraba que estaba laborando.
Las peleas continuaron al punto que no tuve más remedio que terminar, a pesar de que hacía esfuerzos para vernos más veces y de que no he dejado de quererla.
Sin embargo, doctora, Eugenia sigue buscándome, llamándome por teléfono para volver y reiniciar la relación, pues dice que me ama.
El problema es que yo no quiero reanudar el romance porque no deseo estar nuevamente peleando, pero ella no entiende y hasta me llama a mi casa de madrugada.
Ya hasta me incomoda escucharla casi rogando para regresar. Yo no quiero humillarla ni lastimarla, pero no sé cómo decirle que lo de nosotros no va más.