Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Gilberto, de 36 años, quien me escribe desde Santa Anita.
Doctora Magaly, necesito de su sabio consejo. Soy un emprendedor, trabajo en Gamarra, en una tienda donde vendo ropa deportiva. Hace un año conocí trabajando en la galería donde está mi negocio a Zuleymar, una guapa venezolana, y al poco tiempo empezamos una relación. Llevamos 11 meses como pareja y 10 de convivencia. Como verá, nuestro romance se dio muy rápido, pero nos llevamos de maravilla.
Mi Zuleymar es muy cariñosa y complaciente, usted me entiende doctorcita. No me puedo quejar de eso. Soy feliz con ella. Aún no tenemos hijos, pero sí hemos hablado de pronto llamar a la cigüeña. Pero nuestros planes podrían cambiar de un momento a otro y todo por culpa de Nicolás Maduro.
A raíz de la crisis política que está atravesando Venezuela, tras el fraude electoral, la familia de mi mujer la está pasando mal y quieren venir al Perú para forjarse un futuro. Uno de ellos es el primo de mi Zuleymar, un “chamo” llamado Gabriel. Yo no tengo ningún inconveniente en que mi familia política venga a vivir al Perú, el problema es que mi Zuleymar quiere que su primo se quede en nuestra casa.
No quiero ser mal pensado, doctora Magaly, pero ya he escuchado casos de primos que terminan causando problemas en las relaciones de pareja. Yo quisiera apoyar a Zuleymar, que está muy preocupada por sus familiares, pero no quiero poner en riesgo mi relación, ¿qué hago?
CONSEJO
Querido Gilberto, si confías en Zuleymar no tienes por qué pensar que la llegada de su primo pueda afectar tu relación. Habla con ella y busquen juntos una solución para que puedan ayudar a Gabriel sin que tenga que quedarse en tu casa, si eso es lo que te incomoda. Recuerda que la pareja está para apoyarse en las buenas y en las malas. Suerte.