Magaly Moro |

Alberto (39, Barranco). Hola señora Moro, necesito un consejo porque amo a mi pareja, pero no estoy de acuerdo con su comportamiento. Lucero y yo decidimos convivir cuando empezó la pandemia, al mismo tiempo ella emprendió un negocio de venta de ropa. Me alegré mucho por su iniciativa, ya que tiene muy buen gusto para la moda.

No obstante, jamás pensé que esto desencadenaría muchos problemas entre nosotros. El asunto con Lucero es que vende ropa de pésima calidad a un precio demasiado elevado.

Yo soy un hombre que proviene de un hogar con muchos valores, a mi madre jamás le ha gustado la avaricia ni las mentiras, y yo veo todo esto en mi actual pareja. En primer lugar, me ocultaba muchos datos y lo que le escribo hoy en esta carta, lo he descubierto por casualidad.

Cuando veía sus poleras en las fotos que compartía en Instagram, me parecían alucinantes, pero cuando las prendas llegaban a casa, no se parecían en lo absoluto a las que publicitaba. Además, yo conozco de telas y el monto que cobraba por sus prendas era más del 100% de lo que realmente valía. Lo peor de todo es que ya hay quejas en las redes.

Un día dejó abierto el Instagram de su tienda y pude leer algunos mensajes de sus clientas y ella ni siquiera se dignaba a responder. Lo peor de todo es que cuando yo le preguntaba qué tal le iba, Lucero aseguraba que todo avanzaba de mil maravillas. No me he animado a confrontarla, señora Moro. Necesito su consejo, porque no puedo seguir así.

Ojo al consejo

Querido Alberto, es natural que te sientas incómodo por el actuar de tu pareja. Conversa con ella y hazle entender, de manera sutil, que se está aprovechando de las personas. No uses un tono de crítica, porque solo lograrás que Lucero se sienta juzgada, por el contrario, bríndale algunas sugerencias para mejorar la calidad de las prendas y así su negocio prospere. Mucha suerte.

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