Mis locuras del pasado me cobran la factura
Mis locuras del pasado me cobran la factura

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

María Elena (28, San Miguel). Doctora, antes yo pertenecía al grupo de las chicas que dependían de sus parejas para ser feliz. Si me terminaban o pasaba algo, yo iba como perrito faldero detrás de ellos. Pero mi último fracaso amoroso fue el ladrillo que concluyó el muro que construí en mi corazón. Y, como es debido, decidí darme mi tiempo para disfrutar de la compañía de los chicos que quisiera, jugando siempre con las reglas de los solteros, amor de una sola noche. En mi trabajo entró un chico nuevo, y no con cualquier cargo, el vendría a ser el jefe de mi jefa. En mi manual de amor, está prohibido meterme con gente de mi chamba, ya que mi última decepción amorosa fue un compañero, al cual sigo viendo lamentablemente, y no deseo repetir este panorama.

El tema es que una vez me crucé con él por la oficina en horas de la noche, por un informe especial para una campaña de marketing que teníamos. Lo saludé como era debido y me dispuse a salir para el área de bebidas. Me acompañó hasta las máquinas y me preguntó si no lo reconocía. Lo mire atentamente y no recordaba algún encuentro previo. Le informé que no y que probablemente se había equivocado de persona. Luego me mostró unas fotos y, efectivamente, yo había tenido una aventura con él en una de mis salidas escandalosas hace algunos meses. Me quedé muda y helada. Traté de no demostrar mi perplejidad y seguir con una actitud profesional, pero se me acercó más de lo debido e insinuó que se debía repetir después del horario laboral. Ahora no sé qué hacer porque tengo miedo a rechazarlo y que me despida.

OJO CONSEJO:

Si no te gusta y te intimida no aceptes, eso es acoso. Ahora estás en tu derecho de rechazarlo; si se pone insistente busca ayuda de otras personas.

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