Magaly Moro

Magaly Moro

Andrea (37 años, San Juan de Lurigancho). Doctora Magaly Moro, estoy realmente cansada de esta pandemia, no solo por el encierro, sino por las constantes peleas que tengo con mi pareja Bryan que exagera cada día más con el tema de la limpieza.

Desde que se confirmó el primer caso de coronavirus, mi novio se ha vuelto un maniático del orden, la limpieza y desinfección. Todos los fines de semana se abastece de botellas grandes de lejía para tenerlas listas cuando se acaben las que tenemos abiertas.

Lo peor es que como le han dado la opción de que haga teletrabajo, todo el día está en la casa y desde que se levanta agarra la lejía para trapear el piso y limpiar todas las manijas de las puertas. Sin mentirle, toda esa rutina dura desde las 7 de la mañana hasta 2 de la tarde. Después se conecta para trabajar, pero cada cierto tiempo vuelve a desinfectar el piso de su biblioteca, sin contar que tiene un desinfectante de manos a su costado.

Yo entiendo que tenga miedo de contagiarse, pero creo que todo se está saliendo de control. Lo peor es que cada vez que lo abrazo, él huele a lejía y ese olor me marea. Ni siquiera podemos tener intimidad porque siento que ese aroma ya lo tiene impregnado en su piel y me da náuseas. No la soporto, nunca me ha gustado, y él parece no entenderme.

He llegado al extremo de ir a dormir al cuarto de visita porque siento que hasta nuestras sábanas, por más que las cambie, tienen olor a lejía. ¿Qué hago? No quiero hacerlo sentir mal.

Ojo al consejo

Querida Andrea, estamos viviendo momentos muy complicados y, hasta cierto punto, es entendible la preocupación de tu novio por la limpieza y desinfección, aún más cuando la cifra sigue aumentando. No obstante, sí debes comunicarle tu malestar con el olor de la lejía, es probable que él no se haya dado cuenta y solo está buscando mantenerte a salvo. Mucha suerte.