No me miró por mis fachas
No me miró por mis fachas

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Gina (20, Los Olivos). Después de una larga semana de exámenes en mi centro de estudios, decidí salir con mi amiga a un evento para celebrar los finales y mis largas vacaciones. La cuestión es que no estábamos vestidas para la ocasión, porque nos enteramos a último momento. No obstante, eso no nos importó y comenzamos a disfrutar de la noche. Tras un par de tragos nos sentimos cómodas, a pesar de que los asistentes estaban mejor arreglados. De pronto, me percaté que estaba en el mismo lugar que mi actor favorito. Él se encontraba conduciendo un programa de televisión y albergaba la ilusión de que me entrevistara junto a mi amiga.

El tema es que nunca pasó, y considero que fue nuestra ropa lo que no hizo posible ese encuentro. Solo pasó su camarógrafo y nos grabó en un plano general, o sea, fui una toma de apoyo. Resignada con mi compañera, nos propusimos retirarnos del lugar para descansar. 

En el ascensor nos encontramos con esta persona. Pese a la sorpresa y emoción no tuve el valor para intercambiar palabras, me quedé muda. Ya de camino por la calle y alejadas del local, nos reímos de la situación. Vimos que su carro pasaba a nuestro costado y le hicimos señas. Ahora siento que mi admiración hacia él ha disminuido un poco, pero es un recuerdo muy chistoso de contar. 

La mejor parte de toda esta aventura fue que en la combi me encontré un sol, lo ideal para mi pasaje. Quisiera volver a encontrarme con él, pero en una mejor facha y así conseguir, al menos, intercambiar palabras con este chico. No revelo su nombre por roche.

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