Magaly Moro

Nina (28 años, Independencia). Querida señora Moro, me animo a escribirle estas líneas porque mi situación sentimental es complicada y espero que usted, con su sabiduría, pueda ayudarme. Me siento atraída por dos personas.

Mike es el primero. Es muy lindo físicamente, casi como un príncipe de los cuentos de hadas, aunque un poco pretencioso con sus bienes materiales. Bueno, trabajó mucho para lograr sus metas, así que de cierta forma es justificable su actitud.

Por eso, pese a ello, yo lo quiero y creo que él también a mí, porque me coquetea mucho. Me gusta que me diga cosas lindas, aunque también tengo ese sentimiento de desconfianza, ya que es muy asediado por las chicas.

Por otro lado está Joseph, mi mejor amigo de la infancia. Es caballero, atento y muy tierno. No es tan agradable físicamente, pero me trata muy bien. Se nota que le gusto y hace unos meses me invitó a salir a un restaurante porque tenía que decirme algo.

No fui por temor, no quería rechazarlo y perder la amistad tan linda que tenemos. Además, tampoco quiero estar con él por lástima.

No sé si debería quedarme con la persona que me gusta o al que le gusto. Tengo mi corazón dividido en dos. Quisiera que usted me pueda orientar y decir quién de los dos me conviene.

Yo quiero a alguien que me dé estabilidad económica y emocional. ¿Qué hago, doctora?

Ojo al consejo

Estimada Nina, en mi opinión, lo mejor es que pienses bien las cosas. Si realmente estuvieras enamorada de Mike, no dudarías ni un segundo en iniciar algo. Por otro lado, tampoco puedes estar con Joseph solo por lástima, el amor es más que eso.

Date un espacio, reflexiona sobre lo que realmente deseas y no te apresures a vivir un romance a medias.

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