Magaly Moro

Armando (28 años, Santa Anita). Doctora, no sé por qué nunca puedo ser feliz al lado de una buena mujer. No sirvo para eso. La verdad es que nunca supe decirle a la chica que me gusta que quiero estar con ella. Siempre he contemplado a las mujeres que me atraen a la distancia. Hasta me grabo sus gestos, sus manías, pero jamás me decido a entregarles mi amor.

Sé que soy el hombre que cualquier mujer desearía: una persona galante y dedicado, dispuesto a enamorarse como un loco de la persona indicada. Además, tengo una buena solvencia económica, mi puesto de ingeniero de sistemas en una reconocida empresa ha generado que mis ahorros incrementen cada vez más. Si de virtudes se trata, soy el hombre más fiel que una dama podrá conocer.

Físicamente, soy de tez clara, cabello lacio y castaño. Pero nada de eso es útil. Soy muy torpe. La última persona por quien comencé a sentir algo se llama Julieta, una mujer alta, delgada, con una suavidad única. Siempre conversamos por WhatsApp; la verdad que esa aplicación me ha resuelto varios problemas, pero no logro interpretar lo que ella quiere. A veces se queda en silencio por horas y, aunque me muero por invitarla a salir, no me atrevo. Soy muy tímido o le temo al rechazo. Hace unos días vi que un chico del trabajo la esperaba, me comentó que irían al cine. Yo creo que ya perdí mi oportunidad. Mis inseguridades no me permitirán ser feliz nunca, doctora, ¿qué hago? Quisiera tener un guía, alguien qué me diga qué hacer, pero ¿y si me rechaza?

Ojo, consejo

Armando, por más que tengas todas las virtudes, no podrás iniciar una historia con alguien si no vences tus miedos. Al parecer, tus problemas van más allá de una simple timidez. Acude a un psicólogo y realiza sesiones de terapia para hallar el origen del problema. Preocúpate por tu salud mental, puede que algo te esté perturbando e impida que seas feliz. Mucha suerte.

TAGS RELACIONADOS