Pensé que era una aventura
Pensé que era una aventura

Por:

magalymoro@grupoepensa.pe

Jorge (30 años, Carmen de la Legua). Doctora, hace dos meses terminé mi relación con Maritza. Lo nuestro era insostenible debido a los arranques de celos por parte de ella. Recuerdo que en una ocasión le dije que saldría con mis amigos del trabajo y ella lo tomó a mal porque no la invité. A decir verdad, no tenía por qué hacerlo, pero contarle mis planes me ocasionó un problema.

Mi enamorada, en ese entonces, creyó que la estaba engañando con alguien más, así que fue a buscarme a mi casa y terminó por lanzarme varios insultos. La he perdonado muchas veces. Sé que no soy un santo, pues también me equivoqué y le he pedido perdón hasta el cansancio. En el último año me di cuenta de que estaba con Maritza por costumbre y no por amor. Ella me terminó porque decidí alejarme. Luego le puse muchos pretextos para vernos hasta que se cansó.

No voy a negar que terminar mi relación me deprimió, y conforme se fue acercando la fecha de San Valentín no podía evitar sentirme triste. Había pensando no hacer nada ese día, pero mi primo organizó una fiesta por el cumpleaños de su enamorada. Ante tanta insistencia fui y ahí conocí a Noelia. Desde el primer momento hubo algo mágico entre nosotros; congeniamos muy bien, a tal punto de que antes de la medianoche ya nos estábamos besando y luego pasó todo lo demás.

Al día siguiente pensé que solo había sido una aventura, pero no he podido dejar de pensar en ella. He salido con Noelia un par de veces y me siento muy feliz cuando la veo. El problema es que no pretendo ilusionarla. ¿Qué hago?

OJO CONSEJO: 

Cuéntale tu situación a Noelia y no aceleres más las cosas como la primera vez. Deja que todo fluya con calma y conózcanse mejor para evitar desilusiones.

LEER MÁS: 

HAY MÁS...