Se quiso propasar conmigo

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Mariana (35 años, San Martín de Porres). Doctora, hace un par de años que vivo enamorada de Christian, un chico que vive a pocas cuadras de mi casa, en la avenida Perú. Nunca hubo oportunidad para hablarnos, pero casi todos los días coincidimos en el paradero. Dicen que las miradas hablan por sí solas, y eso sucede entre nosotros. Un día, él me preguntó la hora y luego comenzó a preguntarme más sobre mí. Me preguntó si podía agregarme al Facebook, acepté y esa misma tarde comenzamos a chatear. La conversación se hizo más fluida y comencé a ilusionarme de inmediato. Él ponía “me encanta” a mis fotos y me sentí tan especial en su vida. Una semana después, me pidió salir a comer helados. Nos encontramos y a los pocos minutos me dijo que debía volver a casa para recoger su billetera. Lo acompañé y, cuando estaba a punto de entrar, me preguntó si quería pasar. Le dije que lo iba a esperar afuera, pero él insistió en que lo aguarde en su sala. Con ciertas dudas ingresé a su casa y de la nada me robó un beso. Me puse muy nerviosa y de pronto comenzó a tocarme la cintura y de a pocos bajar sus manos hasta mis piernas. No me dejé y él insistió en bajar mi pantalón. Grité y lo empujé para que me dejara de acosar. Salí corriendo y llorando por lo sucedido. Han pasado cinco días desde esa fatal experiencia. Christian no ha vuelto a escribirme al Facebook. Doctora, no sé por qué, pero me siento culpable. Quizá esa fue una buena oportunidad para conocernos mejor, pero creo que la eché a perder. Me siento acongojada y no tengo ánimos para salir con mis amigos. ¿Qué debo hacer?

OJO CONSEJO:

Lo que cuentas más parece un intento de violación. Nadie tiene que obligarte a hacer algo que no quieres. Él no te quiere, aléjate de tipos como él.

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