Magaly Moro

Vanessa (27, San Juan de Miraflores). Doctora Magaly, me encuentro sumamente molesta con mi enamorado, Roberto. Tenemos un año de relación y desde el inicio de nuestro romance detecté un problema que con el tiempo se ha agravado: es un tardón.

Roberto vive en Carabayllo y yo en San Juan de Miraflores. Cuando queremos salir a comer, bailar o ver una película en el cine, usualmente quedamos en encontrarnos en el Centro de Lima, es decir, en un punto medio para ambos.

Han sido muchas las ocasiones en las que yo he llegado temprano a nuestras citas. Acordábamos a tal hora y él llegaba media o una hora tarde, mientras que yo esperaba parada en la calle. Sus excusas eran el tráfico, que salió tarde del trabajo, que se bajó la llanta del taxi, que no tenía con quien dejar a su perrito, etc.

La última vez que llegó tarde a una de nuestras citas fue el viernes pasado. Yo había comprado las entradas al cine, la película comenzaba a las 8 de la noche. Doctora, él llegó a las 9. ¿Se imagina mi enojo? Como siempre, tenía un pretexto, pero ya no quise escuchar más razones. Simplemente me fui de la puerta del cine y lo dejé hablando solo.

Desde ese viernes me escribe y llama constantemente. No he vuelto a hablar con él. Sigo furiosa. Señora Magaly, estoy harta de esa situación. ¿Qué puedo hacer? Si esto sigue así, creo que ya no podremos continuar juntos. Imagínese, discutiríamos a cada rato. Llevo aproximadamente un año sufriendo estos desplantes. Necesito su consejo, doctora.

Ojo al consejo

Estimada Vanessa, tú y tu pareja necesitan conversar, pero sin llegar a discutir.

Entiendo tu molestia; sin embargo, creo que es la única queja que tienes con respecto a Roberto, por lo que considero que se puede solucionar el problema. Tu pareja debe entender que tiene que ser más considerado contigo. Dale una oportunidad y hallen una solución juntos. Suerte.

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