Soy un objeto más en casa
Soy un objeto más en casa

Carmen (42 años, Surquillo). Doctora, ya me cansé de ver cómo en mi casa mi esposo me trata como si fuera cualquier cosa.

Desde hace dos años que Julio no me mira como antes. Él ya no quiere tener intimidad conmigo, a pesar de que lo espero con ropas diminutas. Incluso sus besos -si se pueden llamar así- son cada vez más fríos. Ya no sé que hacer. Le juro que he intentado todo, desde una cena romántica hasta dejar mi trabajo para dedicarme a ser ama de casa, con el propósito de dedicarle más tiempo; pero lamentablemente nada ha funcionado.

Siento que soy un objeto más en mi hogar, porque nuestras conversaciones no pasan de un “buenos días”, “buenas noches”; no hay más que eso y a mí me duele demasiado, doctora.

He intentado averiguar qué le sucede, pero no consigo respuesta de su parte ni de sus amigos cercanos. Aunque me duela, creo que ha llegado el momento de aceptar que él ya no me ama como antes.

Eso me apena, porque tenemos una relación de diez años. ¿Será posible que me haya dejado de amar? No voy a negar que también he pensado que hay otra mujer en su vida dándole todo el amor que a mí me rechaza. Sin embargo, yo lo conozco demasiado bien y sé que si eso estuviera pasando, Julio me lo diría por respeto a nuestros años de relación.

Necesito su apoyo y sus sabios consejos, porque presiento que si esto sigue así, es casi seguro que vamos a terminar odiándonos; eso es lo que menos quiero, por los buenos momentos que hemos vivido. ¿Qué hago, doctora Moro? ¿Ignoro todo y continúo así como estoy?

CONSEJO

Carmen, debes intentar hablar con él una vez más, ya que es el único que puede darte una respuesta. No dejes pasar más tiempo y afronta esta situación. Suerte.

HAY MÁS...