Magaly Moro

Manuel (28, Barranco). Doctora, antes de contarle mi dilema, quiero aclarar que no soy un fetichista, por esta razón no entiendo qué me está pasando con Julieta, una amiga que me trae loco, pero solo por una razón en específico: amo cómo huele.

El problema es que Julieta se ha dado cuenta de que siempre quiero andar pegado a ella y se ha hecho muchas ilusiones; sin embargo, yo no me siento atraído ni de su forma de ser ni mucho menos de su apariencia física. Ella es gordita y a mí jamás me han llamado la atención las mujeres con sobrepeso. No tengo nada contra ellas, solo que no son mi tipo.

Pese a todas estas razones, Julieta desprende un aroma que me tiene fascinado. Obviamente, se nota que es una chica muy pulcra, que cuida cada detalle de su imagen y que le gusta siempre estar arreglada. Es guapa, no lo voy a negar. En el trabajo, más de un compañero ha intentando conquistarla. Además, tiene un no sé qué que llama mucho la atención. Lamentablemente, yo no la miro de la forma en que ella desearía.

Esta situación se ha escapado de mis manos porque a veces Julieta me escribe al WhatsApp para saber dónde estoy, me hace escenas de celos o me dedica canciones.

He intentado alejarme, pero disfruto de su compañía, sobre todo de ese olor tan delicioso, el cual es producto de su aroma natural con algún perfume caro. La combinación perfecta.

Señora Moro, confío en que me pueda brindar un consejo porque temo estar volviéndome loco.

OJO CONSEJO:

Manuel, algo no está bien. Julieta se está ilusionando con justa razón, ya que tú todo el tiempo quieres estar a su lado. Lo mejor sería que le aclares que no tienes ningún interés en ella como mujer, sino que la ves como amiga. Puede que las cosas no terminen mal y puedas seguir a su lado. Si el tema de tu fijación con su olor se intensifica, visita a un psicólogo. Suerte.