Magaly Moro

Renata (30 años, Centro de Lima). Señora Moro, estoy en un dilema. Le pido que me aconseje, por favor.

Tengo dos años de feliz relación con mi enamorado, Julián. Lo conocí en una clase de inglés y desde el primer momento congeniamos en todo. Él es cariñoso, atento, respetuoso y, sobre todo, sincero. Desde el comienzo, nuestra relación fue muy estable.

Hace un par de meses, Julián tuvo el detalle de invitarme a una cena en su casa con el objetivo de que conociera a sus padres. Al escuchar la propuesta, me emocioné y acepté inmediatamente.

En su casa me presentó a sus papás y dos hermanos. Todos fueron muy amables conmigo, en especial Julio, su hermano menor.

Al día siguiente de este lindo encuentro, recibí un mensaje de WhatsApp de un número desconocido. Era Julio, quien me dijo que había encontrado mis datos en el celular de Julián y que esperaba que fuéramos amigos. Me sorprendió, pero no le vi nada de malo. Le comenté a Julián sobre el hecho y me dijo que no había problema, que su hermano era muy sociable.

Desde entonces he mantenido conversaciones amigables con Julio. Sin embargo, hace dos semanas, él comenzó a coquetearme y enviarme mensajes en doble sentido. El último fin de semana, me invitó a tomar unos tragos. Yo, cansada de su coqueteo, le dije que le contaría a su hermano la situación; pero Julio solo se rió.

No sé qué hacer, doctora. ¿Soy sincera con mi enamorado y le digo lo que está pasando con su hermano? Tampoco quiero que se pelee con su familiar, pero la situación me incomoda.

Ojo, consejo

Estimada Renata, te aconsejo que le digas la verdad a tu enamorado. No será tu culpa si hay alguna discusión entre hermanos. Julio debe entender que hizo mal.