Por: Magaly Moro
magalymoro@grupoepensa.pe
Susana (31 años, Surco). Doctora Moro, estoy muy fastidiada con mi enamorado y a punto de terminar con él si no se deshace de esa mascota que tiene.
Inicié una relación con Hugo hace 3 años y nunca habíamos tenido una discusión hasta que apareció Sully, su pastor alemán de 2 años.
Doctora, Hugo sabe que a mí me encantan los animales, pero esa perra nunca me agradó, siempre me ladraba cuando iba a visitarlo y, la verdad, eso me era incómodo.
Sully me hacía sentir como una extraña, a pesar de que iba siempre a la casa de Hugo. Pese a ello, traté de demostrarle mi cariño. Le daba cariño, comida y ella me seguía ladrando. Sin embargo, nunca imaginé que terminaría por comerse a mi pequeño hámster, Copito.
La semana pasada Hugo llegó a mi casa con Sully. Los recibí con la mejor actitud, estuvimos tan felices juntos, hasta que la perra desapareció. Ambos fuimos a buscarla, pero no la encontrábamos dentro de la casa, así que tuve la ligera sospecha de que algo malo había pasado. Salí corriendo al patio y vi como Sully sacudía con su hocico a mi Copito. Me quedé helada.
Fue una escena realmente horrible. Ese animal perdió el control y no pudimos detenerla.
Hugo y yo logramos sacar el cuerpo de mi hámster. Luego de eso, los boté a los dos de mi casa.
Doctora Moro, Copito fue el regalo que me hizo mi papá. Él me lo dio antes de morir y tiene una carga sentimental muy grande.
Ayer le dije a Hugo que si no regalaba a su mascota, que no me vuelva a buscar nunca más. No soportaré verla en su casa. ¿Eso está bien?
OJO CONSEJO:
Lamento tu pérdida, pero no puedes culpar a Hugo por lo sucedido. Ten en cuenta que, si él regala a Sully, sentirá un dolor similar al que sientes ahora. Conversa con tu pareja.
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