ALBERTO (33, Huacho). Hace más de un año estoy de amores con Lucía, tenemos una relación muy buena y con muchos planes a futuro, pero lamentablemente tengo miedo de no ser aceptado por su familia, sobre todo por sus padres, que quieren casarla con un hombre adinerado.
Nuestro romance va viento en popa, pero a escondidas, pues sus padres me conocen sólo como un amigo más del grupo de amistades que la frecuenta, pero no imaginan que soy el dueño de su corazón.
Ambos hemos mantenido en secreto la relación porque los papás de Lucía todo el tiempo hablan de que su hija ha nacido para casarse con un hombre que sea empresario y de fortuna, que le dé todas las comodidades que ella merece.
Entre nosotros hemos hablado de hacer una vida juntos, formar un hogar y tener hijos, pero para eso tengo que presentarme ante sus padres para pedirles la mano y ese es mi temor y el de Lucía.
Tenemos miedo de que su padre me bote de la casa y haga hasta lo imposible para separarnos, pues si bien tengo un buen empleo y podríamos llevar una vida decorosa, ya que ambos trabajamos, no tengo la fortuna que don Zacarías quiere para su hija.
Lucía me ha dicho hasta para casarnos en secreto y después afrontar las cosas, pero no sé si esa sea la solución, pues yo quiero casarme con ella como Dios manda y tener una fiesta en la que bailemos el danubio azul y celebremos nuestra unión.
Pero Lucía tiene miedo y piensa que sus papás harán de todo por separarnos. No entiendo cómo una familia de clase media, que vive de su trabajo, anda con esas tonterías de buscar un millonario para su hija, sin importarle si ella será feliz. Usted cree que debo seguir la idea de Lucía y casarnos a escondidas?
CONSEJO
Nada mejor que la verdad por delante. Si los dos son adultos y trabajan, entonces empiecen a preparar su boda y cuando ya tengan todo listo, incluso alquilado el lugar en el que vivirán, le dan la noticia a los padres.