“Tengo un novio misio y un galán con dinero”

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Delia (27, San Martín de Porres). Doctora, me siento como la protagonista de una novela mexicana, y no es broma. Desde hace algún tiempo vengo saliendo con un joven llamado Jorge, quien vive cerca de mi hogar.

Nos conocemos desde pequeños, primero fue mi mejor amigo y luego fuimos pareja. Miles de veces me ha insinuado para casarnos, pero mi respuesta siempre ha sido evasiva. No porque no lo ame, sino que siento que aún somos muy jóvenes y no tenemos nada estable en la parte económica para vivir por nuestra cuenta.

Mi madre no lo soporta, ya que lo considera un vago, pero él es muy trabajador, aunque gana muy poco ya que hace taxi con su carro. Yo en cambio soy una profesional con un puesto en una oficina de Miraflores y con un sueldo suntuoso.

Por mi trabajo tengo varios amigos con los que salgo de cuando en cuando, entre ellos está Gabriel, quien muchas veces me ha coqueteado. Al principio no le tomé importancia, pero hace poco se me declaró y yo no sabía dónde meter la cabeza. Me ruboricé, pero le expliqué que yo tengo enamorado y que lo nuestro no era posible. Él me dijo que igual volverá a insistir.

El tema es que Gabriel es todo lo contrario a Jorge. Su familia tiene dinero, él luce un carro, casa de playa y casa de campo. Mi mamá lo conoce y quiere que esté con él. Me dijo que era una tonta por rechazarlo.

Doctora, no sé qué hacer. No puedo terminar con Jorge. No puedo hacerle eso. Pero quiero una vida estable y segura, y no cargando con alguien que no tiene aspiraciones en la vida.

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