Tiene 25 años menos que yo

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Verónica (55 años, Los Olivos). Doctora, desde que mi marido me dejó por una mujer más joven hace 10 años, asumí que mi felicidad no debía depender de ese hombre y me enfoqué en mis hijos. Yo sola los saqué adelante, aunque a veces ese miserable se acordaba de que tenía hijos y me pasaba algo de dinero.

Afortunadamente, tengo una bodega que me ha permitido llevar un pan a mi casa. Pero en todo este tiempo no he salido con nadie, a pesar de que me han invitado en más de una ocasión; ya que, doctora, a mis 55 años me mantengo en forma, me arreglo. Mi hija mayor me ha insistido por mucho tiempo en que saliera. Nunca le hice caso, hasta que conocí a Kevin, un joven de 30 años que es mi proveedor. Cada vez que viene durante la semana, me alegra el día con sus ocurrencias. Hace un mes, me invitó a un cumpleaños. Me agradó mucho salir, sentir los nervios de la primera cita. Ya de regreso a mi casa, en el mototaxi, Kevin tuvo la gentileza de acompañarme y nos besamos. Hace mucho que no me sentía así y no me atrevo a contar esto a nadie, menos a mis hijas; no sé si lo entiendan. Lo último que quiero es que me odien por un amor pasajero. Nos vemos a escondidas y soy consciente de que esto no tiene futuro; Kevin es muy joven y podría ser su madre. Pese a que me agrada mucho su compañía y lo simpático que es, sé que él merece tener su propia familia. Siento que Kevin está feliz conmigo. Aún no hemos hablado del futuro; solo estamos dejando pasar los días, pero sé que algún día todo esto acabará. Doctora, ¿sería mejor cortar ahora las cosas que aún estás frescas?

OJO CONSEJO:

Querida, es importante que te decidas: si te arriesgas o sigues. De lo contrario, la situación podría terminar mal. Haz las cosas como se deben. Mucha suerte.

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