Magaly Moro

Enrique (33 años, San Juan de Lurigancho). Hola doctora Magaly, soy un fiel lector de este diario desde muy pequeño gracias a que mi abuelo lo compraba todos los días. Ahora él no está conmigo, falleció por la pandemia, pero siento que sería muy feliz al saber que la estoy buscando como consejera, ya que disfrutaba mucho de su sección.

Le cuento que tuve una relación de dos años con María Elizabeth, lamentablemente llegó a su fin de la manera más fea y desconsiderada, a pesar de tantos buenos momentos vividos.

Resulta que mi entonces novia estaba desesperada por viajar a España para trabajar, pero no tenía los recursos económicos para hacerlo. Tenía todos los trámites hechos pero el dinero no le alcanzaba, ya que un pariente le negó el préstamo que ella le solicitaba.

Doctora, confié en ella y decidí comprarle el pasaje e, incluso, le dí dinero extra para que pueda vivir un par de meses sin problema si no conseguía empleo. Ella decía que me amaba y que regresaría con dinero para casarnos.

Luego de seis meses, ella dejó de responder mis llamadas y mensajes. Hablé con su familia muy preocupado y ellos me dijeron que la olvidara porque ella ya tenía una nueva relación por allá. Estuve deprimido, sin comer ni dormir. Me siento tan utilizado. Hasta el momento, María Elizabeth no se ha comunicado conmigo y no creo que lo haga. Desde entonces, ya no creo en las personas. ¿Cómo superar una situación como esta, doctora?

OJO al consejo

Querido Enrique, es una lástima que se hayan aprovechado de ti de esa manera, pero a veces no terminamos de conocer a las personas. Lo siento mucho. Si intentas ver el lado bueno, notarás que te libraste de esa mala mujer y el tiempo lo curará todo. Trata de no pensar mucho en lo que pasó, distráete o busca ayuda profesional. No todas las mujeres son iguales.