Angelito dona sus órganos y salva a niña con mal en el corazón
Angelito dona sus órganos y salva a niña con mal en el corazón

Gracias a un pequeño ángel cuyos padres tras su doloroso fallecimiento, una menor de 11 años volvió a tener una oportunidad de vida, ya que fue operada del corazón y ahora disfruta de su niñez.

Araceli, como se llama la pequeña, luego de haber estado casi dos meses internada, ya ha sido dada de alta y continuará su recuperación en casa.

La paciente ya puede caminar y jugar como toda niña; además, acude a sus controles médicos”, explicó el doctor Franz Soplopuco, uno de los cirujanos que participó de la exitosa operación.

La menor, favorecida con la donación de este niño, incluso muy pronto podrá ir al colegio, pues debido a su enfermedad había dejado de asistir a clases.

Araceli presentaba una insuficiencia cardíaca grave (miocardiopatía dilatada) que le impedía comer, dormir y caminar con normalidad.

A raíz de la exitosa operación, que se realizó el 29 de diciembre del 2018 en el Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) del Seguro Social de Salud (), la menor mejoró notablemente y logró ganar hasta siete kilos de peso.

Un acto de amor 

El corazón del donante no solo salvó la vida de Araceli, sino también la de otros dos pacientes: la de un adulto y un adolescente de 16 años, quienes recibieron su hígado, riñón y pulmones. El pequeño angelito también donó sus córneas.

La madre de Araceli, Karina Zelada, dijo que la recuperación de su hija fue sorprendente y agradeció a los padres del niño donante por tal gesto solidario.

Además, se mostró agradecida con EsSalud y con todo el equipo médico que la operó. Adelantó, emocionada, que su pequeña volverá al colegio en junio próximo.

Los médicos refirieron que, desde el 2010 hasta la fecha, el INCOR ha realizado con éxito ocho trasplantes pediátricos de corazón.

En el Perú, la tasa de donantes de órganos y tejidos es de 1.6 donantes por cada millón de habitantes. En consecuencia, el país ocupa una de las posiciones más bajas de Latinoamérica; por lo que hace falta que la donación se convierta en un habitual de acto de amor.

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