Brutal golpiza al plantel de Alianza

La violencia del fútbol alcanzó su punto más crítico. Una turba de 60 barristas de Alianza ingresó al vestuario de Matute y agredió a cuatro jugadores, como “venganza” a la goleada sufrida ante Huracán por Copa Libertadores (4-0). Víctor Cedrón llevó la peor parte con moretones en el rostro y una herida en la oreja izquierda, tras ser despojado de su arete. Además, fue amenazado de muerte.

Alrededor de las 9:00 a.m., los vándalos amenazaron al personal de seguridad del recinto íntimo, e irrumpieron la tranquilidad del camarín y descargaron su ira contra ”Vican” Cedrón, Christian Cueva, quien fue golpeado con varas de metal y terminó con hematomas en la cabeza y Miguel Araujo fue pateado en el piso. El técnico Guillermo Sanguinetti llegó a implorar piedad durante los infernales 15 minutos del ataque.

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La indignación y el miedo cundió en el plantel blanquiazul. Las puertas del recinto permanecieron cerradas por el temor a otra paliza. Ningún jugador quiso abandonar el lugar esperando la palabra de la administradora Susana Cuba. Luego, solicitaron respaldo a Francesco Manassero, presidente de la Agremación, quien exigió la renuncia inmediata de la mandamás aliancista.

“Llevar las riendas de Alianza no es sencillo. Esa señora es la primera responsable por no tomar las medidas de seguridad. Hay que salvaguardar la integridad física de los trabajadores. Debe dar un paso al costado”, manifestó el titular del gremio, en conferencia de prensa, quien también precisó que los barristas estaban armados de armas de fuego.

La agresión generó conmoción entre los jugadores y Víctor Cedrón abandonaría el club por la incomodidad vivida y las advertencias vía redes sociales. “Está analizando no seguir en Alianza. Él tiene contrato pero ya se verá, no es una decisión que se pueda tomar de la noche a la mañana. Está molesto, es un tema de integridad”, señaló César Mejía, representante del jugador.