Cábalas y significado de los colores para recibir el año nuevo
Cábalas y significado de los colores para recibir el año nuevo

Como todos los años, los peruanos alistan sus ropas interiores amarillas para atraer la buena suerte en este 2018. Es una tradición de que también se practica en Ecuador, Colombia y Chile. En España y Argentina, en cambio, se cree que los calzones y calzoncillos el 31 de diciembre deben ser rojos.

La brujita peruana Mirtha Vergara considera que el color rojo es el más recomendable, puesto que atrae el amor. Y sin amor no hay Año Nuevo feliz. Sin embargo, el amarillo representa el “color de la energía solar y del fuego”, es decir, la felicidad integral. Según la cromoterapia, o ciencia de sanar las enfermedades a través de los colores, el amarillo estimula la alegría, el entusiasmo y hace que estemos más alertas mentalmente. De allí viene la luz amarilla en el semáforo: atención.

¿AMARILLO ES RIQUEZA?. 

Otros asocian al amarillo con el oro y la riqueza. Por ese motivo, se puso de moda la ropa amarilla para recibir el año: sol y dinero, poder y monedas. Solo los artistas de teatro están prohibidos de usar amarillo, porque es el color de la mala suerte en las tablas. Esa maldición surgió cuando Moliere, célebre dramaturgo y actor francés, decidió usar un vestuario amarillo en 1673; pero, tras la función, se sintió mal y murió a las dos semanas.

En cambio, los que apuestan por el color rojo lo hacen porque, aparte de dar amor, brinda un escudo protector contra los malos ojos de los demás. Eso sí resulta. No sería mala idea que las modelos más despampanantes (Milett, Vania, Leslie Shaw, Andrea Cifuentes) opten este 31 por hilos dentales rojos para devolver esas miradas de envidia que sus curvas provocan en otras chicas menos agraciadas y en fulanos como Peluchín, que eligen el amarillo patito para el 31.

AMARILLO FESTIVO.

En algunos países, las ropas interiores amarillas se usan al revés, para que surtan mejor efecto en la cábala del Año Nuevo. Podría ser. Los calzoncillos amarillos en forma de trompa de elefante (elaborados en algodón pyma y que en Gamarra cuesta entre diez y quince soles) son preferidos por aquellos “chipis” que no nacieron beneficiados por la madre naturaleza y pretenden dar gato por liebre.

La National Geographic investigó en 2012 acerca de dónde nació la tradición de la ropa amarilla y roja; concluyó que fue en China y en Vietnam. Por otro lado, la costumbre de comer doce uvas es relativamente más nueva: de 1909. Hay que pedir un deseo por cada una de las doce uvas que se ingieran. Y así como están las cosas en el Perú del 2018, donde no se sabe en qué vamos a terminar, no está de más ponerse una prenda amarilla este 31 y rezarle a todos los santos y al Papa que se acerca.

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