Cachiche: el pueblo iqueño de brujas y palmera diabólica [FOTOS]
Cachiche: el pueblo iqueño de brujas y palmera diabólica [FOTOS]

Cachiche es un caserío de  a cinco minutos de la ciudad. El pueblo era sinónimo de hechicería, pues dicen que albergaba a varias brujas que poseían poderes para extirpar males del cuerpo, preparar brebajes mágicos y garantizar el amor y la unión de las parejas. Muchas de ellas provenían de Europa, porque la Santa Inquisición ordenaba quemarlas.

Actualmente Cachiche se encuentra en una zona privilegiada del turismo iqueño y muchos niños, jóvenes y adultos han hallado un buen negocio en el contar las historias a los turistas que acuden a la plaza de la Bruja de Cachiche y conocer la famosa palmera de siete cabezas.

Belleza que embruja. En épocas pasadas existían muchas brujas, que se reunían en el parque donde actualmente se encuentra una estatua sobre un árbol de huarango, donde se lee “a la bruja de Cachiche que siempre embrujó por su belleza”. A la derecha está un búho, sinónimo de inteligencia, de sabiduría; y hacia la izquierda hay un cráneo que ilustra a la maldad y hechicería. También tiene una escoba que lleva la bruja en su mano izquierda.

El expresidente de la Cámara de Diputados, Fernando León de Vivero, visitó Cachiche cuanto tenía 15 años y padecía de tartamudez. Una bruja lo curó y le auguró un gran futuro.

La bruja se llamaba Julia Hernández Pecho viuda de Díaz, que murió a los 106 años. Fernando León de Vivero construyó la imagen mencionada.

SIETE CABEZAS. En Cachiche se encuentra la temida palmera de siete cabezas. Cuando tenía seis se decía que si crece la séptima una desgracia podría ocurrir. La gente no creía, pero en 1998 creció dicha cabeza y súbitamente Ica se inundó el 29 de enero de ese año.

La célebre palmera de 7 cabezas solo tiene un árbol similar en el mundo, en el norte de África.

La leyenda cuenta que las brujas buscaban conocer el futuro, pero debían sacrificar a una bruja. Una de las hechiceras se entera que iba a ser sacrificada y huye hasta donde se encuentra la palmera de sietes cabezas, y se esconde en lo más alto de la palmera. Otra bruja le lanza un hechizo. En plena agonía ella lanza una maldición que para que cuando crezca la séptima cabeza ocurra una desgracia.

Ahora, los moradores no dejan que se desarrolle la séptima cabeza para evitar una nueva tragedia y los visitantes quedan absortos con estos relatos.

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