Callao: Escolares conocen la riqueza marina a bordo de un catamarán [FOTOS]

“En el mar la vida es más sabrosa”, es la frase con que inicia la excursión Jack Sparrow, el pirata que orienta a los turistas, quienes a bordo del catamarán Mikeira visitan las islas Cavinzas e islotes Palomino, ubicadas frente al Callao.

Esta visita es parte de un tour educativo recientemente inaugurado por la empresa T&T Turismo y Servicios, con apoyo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). El tour también comprende la visita a las islas San Lorenzo y el Frontón.

Punto de partida. El embarque es a las 10 de la mañana en el muelle de la plaza Grau, en el Callao. Ya en el mar, el primer lugar que los turistas pueden apreciar es la isla San Lorenzo. Jack Sparrow cuenta que el lugar tiene mucha historia. Fue base de operaciones de varios piratas ingleses y holandeses que asaltaron el Callao, como Francis Drake. Además, la isla alberga cientos de tumbas pertenecientes a un cementerio prehispánico.

Inmediatamente después de San Lorenzo aparece El Frontón. Esta isla es principalmente recordada por el motín ocurrido en el penal el 18 de junio de 1986, durante el primer gobierno de Alan García. Ese día, luego de que la Marina de Guerra repelió el ataque y retomó el control del centro penitenciario, se supo que murieron 115 presos de los 300 que había, quienes en su mayoría eran peligrosos criminales y terroristas. Aún es materia de investigación si las muertes fueron producto de ejecuciones extrajudiciales ordenadas por el gobierno.

Reino natural. Veinte minutos después de El Frontón aparecen las islas Cavinzas, que destacan por ser el hábitat de numerosas especies de aves marinas como los piqueros peruanos, que en el lugar suman aproximadamente 3 mil, según indica David Portugal, guardaparque de la reserva.

Cavinzas también es hogar del zarcillo, el guanay y algunas especies de gaviotas. Aquí también vive una colonia de más de 100 pingüinos de Humboldt.

Finalmente, la embarcación llega a los islotes Palomino. El lugar está habitado por cerca de 6 mil lobos marinos. Aquí los turistas tienen la opción de nadar al lado de estos animales, que motivados por la curiosidad se acercan a las personas. La regla es no intentar tocarlos para no perturbar su tranquilidad. El baño puede aliviar el mareo que produce el viaje en altamar.

Terminada esta actividad y luego de disfrutar un poco de la vida sabrosa que ofrece el mar, comienza el viaje de retorno al Callao.