Chantelle Winnie ingresa al mundo de la moda como una tormenta. Esta joven modelo canadiense ha inspirado a marcas como la española Desigual con las formas que el vitiligo ha formado en su piel.
Winnie, quien adora un desayuno inglés con salchichas, tocino y huevos que le hace su madre en Toronto, es la chica de la diversidad en un mundo puesto en la picota por la brutal uniformidad.
Sacada de las sombras al aparecer en el programa de telerealidad "America's Next Top Model" y electa el año pasado como el rostro de la marca española Desigual, Winnie ama cada minuto de su torbellino: una vida "increíble".
Describe a Desigual como una familia. "Fue realmente orgánico, tu sabes. Ellos me conocieron, se enamoraron de mí y dijeron: sí, nos quedamos contigo, ahora eres nuestra", cuenta en entrevista con la AFP en un hotel de Nueva York.