Corazón Serrano: Hermano de Edita Guerrero golpeó a su esposo
Corazón Serrano: Hermano de Edita Guerrero golpeó a su esposo

Mientras que miles de personas aún lloran su muerte y rinden homenaje a la voz entrañable de Corazón Serrano, Edita Guerrero, se supo que en sus últimos días de vida, la recordada cantante estuvo muy triste y deprimida, porque se encontraba entre la espada y la pared al saber que su esposo Paul Reynaldo Olortiga (28) y su hermano Calixto Guerrero Neira (36) vivían enfrentados.

El programa 'Reporte Semanal' difundió ayer un parte policial, en el que figura que Olortiga denunció por agresión en una comisaría de su natal Piura a Guerrero. 'El 10 de febrero a las 02:00 am estaba en el Casino Militar de Piura esperando a que mi esposa que terminara de cantar. Mientras esperaba, me acerco debajo del escenario para decirle que ya me retiraba y, cuando regresaba a mi grupo de amigos, pasé por el costado de Calixto. Me detuve a saludarlo y de forma inesperada y sin mediar palabra alguna me lanza un golpe de puño en la nariz. Empecé a sangrar. Hasta el lugar llegó el personal de seguridad a sujetarme a mí y a él. En estas circunstancias se me pierde mi cadena de oro de 18K valorizada en 3500 soles y mi monedero con 500 soles', fue la versión que dio Olortiga en la comisaría, quien añadió desconocer la reacción de su cuñado. 'Desconozco el motivo de las agresiones', añadió. Al parecer, el enfrentamiento entre Olortiga y Guerrero deprimió más a Edita, pues cinco días después de que se denunciara la agresión fue hospitalizada de urgencia. Karelyn García, la mejor amiga de la intérprete de Sufriendo de amor, reveló que la cantante sufrió mucho durante sus últimos días de vida, tan es así que quiso dar un paso al costado de la exitosa agrupación. 'Fui a verla a la clínica. Me dijo que estaba un poco triste, porque no sabía con quién dejar a sus hijos. Me comentó que se iba a dedicar a otro grupo para que así no viaje tanto y se quede en Piura. La última vez que la vi fue el martes, día en que fui a la clínica. Se quejaba mucho del dolor de cabeza. Siempre traté de darle ánimo, le dije que tenía que levantarse de la cama porque ya habíamos quedado en celebrar su cumpleaños'.