Según un estudio, la relación entre la duración del ciclo menstrual y la cantidad de hemorragia con la fertilidad y el pronóstico de embarazo define el grado de fertilidad.
El equipo de investigadores encontró que los embarazos fueron más probables en los ciclos de 30 y 31 días, mientras que los ciclos de menor duración mostraron una menor probabilidad de embarazo. El índice de abortos también fue superior en aquellos ciclos más largos o más cortos de 30-31 días.
En ese sentido, el 38% de las mujeres quedaron embarazadas y un 30% de los embarazos sufrieron una interrupción espontánea. Asimismo, concepción se produjo con mayor frecuencia en las hemorragias de 5 días de duración, mientras que el aborto espontáneo se mostró un 60% menos probable en periodos de mayor duración.
“Para embarazarse tienen que existir por lo menos 5 factores importantes: buena ovulación, por ende, buenos ciclos menstruales, buena calidad de semen de la pareja, trompas permeables, útero sano y que no haya una endometriosis avanzada. En ese sentido, para que haya un buen ciclo menstrual intervienen otros factores”, expresó Roly Hilario, especialista en Reproducción Humana de la Clínica Procrear.