El mágico vuelo  del cóndor
El mágico vuelo del cóndor

No hay nada más bello que pasear por los andes peruanos, disfrutar de su encanto, imponencia y quietud, pero cuando todo esto se combina con el avistamiento de un cóndor en pleno vuelo en su hábitat natural, la experiencia se redondea y se convierte en un encuentro espiritual, casi mágico, con esta ave venerada hasta hoy en la cuna del imperio incaico.

LA RUTA. Chonta es un pequeño poblado ubicado sobre los 3400 msnm, en la localidad de Anta en la región Cusco. En este lugar se erigió naturalmente y hace muchos años un criadero de cóndores, el ave terrestre más grande del mundo, que eligió parte del Cañón del Apurímac para conformar un bello hábitat natural.

Para llegar a este mirador, bautizado como el ‘Balcón del Cóndor’, es necesario tomar un servicio de transporte de Cusco a Chonta, que tarda aproximadamente dos horas, y luego hacer un breve recorrido de una hora a pie hasta el mirador.

“Una vez en el lugar las personas no pueden hacer ruido, deben mantener la calma y observar con detenimiento los cielos, tampoco pueden vestir ropas fosforescentes o que rompan con los colores del entorno, el cóndor es un ave muy bella pero sensible y queremos preservar este atractivo para la posteridad”, indica el guía Carlos Álvarez, impulsor de la ruta turística.

ESFUERZO CONJUNTO. En Chonta no existía ninguna clase de servicio turístico y los pobladores contaban con servicios básicos; sin embargo, debido al despegue de esta ruta y al auge que promete dar, las autoridades ya se han puesto ‘las pilas’ y aseguran una visita tranquila y beneficiosa tanto para los turistas como para los moradores del sector.

“Es nuestro deber impulsar el buen turismo y comercio en Cusco y a nivel nacional. Esta nueva ruta turística costó el esfuerzo de muchos profesionales y ahora está lista para su visita, calculamos que a futuro va a ser uno de los principales atractivos a nivel regional y nacional, y por ende beneficiará a los pobladores de las zonas de comprensión del mirador”, citó el titular de la Dircetur Cusco, Napoleón Llanos.

EL RECUERDO. “Salir del lugar luego de haber tenido un encuentro cercano con los cóndores es cosa de otro mundo. La paz y fuerza que te transmiten es una cosa extraordinaria. Yo vengo aquí hace muchos años y pese a que he visto a estos hermosos animales miles de veces, cada vez me sorprendo más y aprendo a quererlos y protegerlos; y mi misión es enseñar esto a todo el mundo”, finalizó Carlos Álvarez.

EL RECUERDO. “Salir del lugar luego de haber tenido un encuentro cercano con los cóndores es cosa de otro mundo. La paz y fuerza que te transmiten es una cosa extraordinaria. Yo vengo aquí hace muchos años y pese a que he visto a estos hermosos animales miles de veces, cada vez me sorprendo más y aprendo a quererlos y protegerlos; y mi misión es enseñar esto a todo el mundo”, finalizó Carlos Álvarez.