Gerald Oropeza gozaba de lo lindo con cubanas
Gerald Oropeza gozaba de lo lindo con cubanas

Su afición por la vida llena de lujos y estar siempre rodeado de mujeres le costaron muy caro. Gerald Oropeza López cayó en el balneario de Salinas, Ecuador, por darse la gran vida con dos bellas cubanas, una de ellas al parecer su compañera sentimental desde que escapó de Perú en abril pasado después del fallido atentado en su contra.

Se trata de Elizabeth Castellanos (22), nacida en la ciudad de Camaguey. De la otra solo se sabe que se llama Giselle. Ambas aparecen en las fotografías extraídas de su celular, el mismo que fue incautado al momento de su detención. “Conocemos que estaba acompañado de dos ciudadanas de nacionalidad cubana. Una de ellas era su actual pareja y la otra, al parecer, familiar o con vínculo de amistad con su novia”, declaró un agente ecuatoriano encubierto a un canal de TV.

Con estas chicas, el presunto cabecilla de una bien montada red de traficantes de droga disfrutaba del mar, la arena y la movida vida nocturna de Salinas, una de las playas más caras de Ecuador. Se paseaba en motos acuáticas, en una camioneta Hammer naranja e iba a las discotecas, echando por tierra lo que él mismo dijo a la Policía, tras su captura, de que dormía en hoteles baratos.

De las chicas cubanas no se sabe mucho, pero son investigadas por la Policía Antinarcóticos de Ecuador, debido a que se han descubierto supuestas comunicaciones de Oropeza con redes italianas dedicadas al narcotráfico durante el tiempo que anduvo con ellas.

“Se tiene conocimiento de que frecuentaba amistades, amigas, en bares, discotecas, night clubs. Tenía personas que estaban a su alrededor. Mantenía relaciones con varias mujeres en lugares turísticos”, declaró el coronel Andrés López, encargado de las investigaciones en el país del norte.

En Salinas, Oropeza intentó pasar desapercibido pese a que iba a comprar al minimarket, a la farmacia o a la lavandería. “Se hacía llamar Aníbal”, dijo una señorita de la lavandería, quien lo atendió cuando llevó sábanas para lavar.

¿TESTAFERRO?

Otra mujer que aparece como investigada y detenida por mantener una supuesta relación con Oropeza es la ecuatoriana María Jesús Farfán Granda, quien -según los agentes ecuatorianos- se encargaba de cobrar 10 mil dólares cada 15 días, presuntamente enviados desde Perú a Oropeza.

La Policía ecuatoriana encontró vouchers de depósitos de dinero.

Oropeza, investigado por lavado de activos y de conspirar para el narcotráfico, fue reconocido por un ciudadano peruano cuando vivía a sus anchas en Salinas. Este último dio aviso a su hermano policía, en Lima, quien a su vez alertó a la Dirincri.

Fue así que un equipo especial viajó a Ecuador, lo identificó, ubicó el lugar donde se hospedaba y dio el gran el golpe con apoyo de agentes ecuatorianos.

Pidió un preservativo

La tarde del sábado 12 de setiembre, al verse sin salida, Oropeza corrió a una farmacia y pidió un preservativo. “Simplemente él lo pidió y, cuando se lo iba a dar, pasó lo que pasó”, relató una vendedora de la farmacia de Salinas, quien fue testigo de la captura.

“‘No soy, se están equivocando decía’, dijo, pero los policías revisaron su tatuaje”, añadió.

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