Eran las siete de la noche del fatídico 23 de marzo de 2008, cuando una patrulla de la policía antidrogas retornaba a su base por la selva ayacuchana y fue emboscada por narcoterroristas con fusiles de guerra. En aquel ataque a sangre fría murió la suboficial Marilyn Marisel Solier Gavilán y otros 17 policías resultaron heridos.
Ha pasado más de un año de este sanguinario ataque y las heridas en el alma de doña Nelly Bastidas Gavilán (50), tía de Marilyn, no cierran.
Ella, así como cientos de peruanos con un dolor similar en el alma, participó ayer de la Gran Marcha por la Paz.
Marilyn era cariñosa, hogareña y muy solidaria. Desde que murieron sus padres la críe como si fuera mi hija. Aún no puedo concebir su muerte, pues tenía tan sólo 26 años, comentó dolida.