Huancayo: Se descubre terrible asesinato de tres empresarios

Increíble crueldad. Dos de los tres empresarios secuestrados y asesinados murieron de un balazo en la cabeza y la última víctima falleció por estrangulamiento, reveló ayer la necropsia realizada en la morgue de La Oroya, región Junín.

Después de cinco horas de ardua labor, el médico foresense Carlos Bustamante Montoro reveló que los empresarios Rudy Medina Changaray (37) y Holper Tristán Urbano (47) murieron por traumatismo encéfalo craneal grave por proyectil de arma de fuego en la cabeza.El análisis médico también descubrió que Tristán Urbano aún estaba con vida cuando fue enterrado y murió por asfixia mecánica por aspiración de sangre ya dentro de la fosa donde fue arrojado por sus despiadados asesinos.En tanto, Edgar Remuzgo Rojas (46) falleció por una asfixia mecánica por ahogamiento, que se dio con una cinta de embalaje que se encontró en su garganta.

Por la rigidez cadavérica y la descomposición de los cuerpos, el experto también logró establecer que los tres empresarios fueron asesinados a los dos días de ser secuestrados y el rescate se empezó a solicitar cuando las víctimas ya habían sido ultimadas.

La plata o la vida

Según la denuncia de los familiares, Rudy Medina Changaray, Holper Tristán Urbano y Edgar Remuzgo Rojas desaparecieron el pasado 28 de abril, luego de una reunión de negocios para comercializar cobre.

A los pocos días, los secuestradores llamaron a las familias para pedir 150 mil dólares por la liberación, pero conforme pasaban los días y al no obtener resultado alguno los asesinos fueron bajando el monto de sus demandas.

“Bajaron su tarifa hasta 60 mil soles. Queríamos que nos muestren signos de vida, pero que iban a mostrar si ya los habían matado”, dijo un familiar de Rudy Medina.

Tras una ardua búsqueda e interrogar al exempleado Magno Zea Llamocca “Beco”, los tres empresarios fueron hallados con las manos en la espalda y maniatados en una fosa de metro y medio de profundidad cerca de un basural, en Chacapalpa, en el km. 34 de la Carretera Central, entre La Oroya y Huancayo.

Tras conocer la terrible muerte de sus seres queridos, las familias han pedido la máxima pena para los asesinos.