Ingeniero agrónomo descubrió de niño su vocación y hoy es un investigador incansable
Ingeniero agrónomo descubrió de niño su vocación y hoy es un investigador incansable

Cuando apenas tenía tres años,  descubrió la magia del cultivo de las plantas. Mientras niños de su edad jugaban en el campo derrochando energía en carreras, él se llenaba de preguntas sobre el color, la forma y la utilidad de aquello que obtuvo al sembrar.

Su delgada figura y dorado cabello contrastaban con el rigor de su afán por permanecer en los parques y en el jardín de su casa. Sus familiares no entendían por qué se quedaba horas y horas bajo el radiante sol arequipeño, para luego regresar a casa con una sonrisa, las manos cubiertas de lodo y una plantita que se afanaba en describir.

Investigador. Su capacidad de maravillarse frente a la naturaleza ha sido, desde entonces, su motor de vida, porque sigue en la búsqueda de nuevas especies y respondiendo cada día al reto de registrarlas para el conocimiento científico mundial.

Apenas había dejado la adolescencia, cuando muy decidido le dijo a sus padres que estudiaría agronomía. Todos se preguntaban de dónde había salido esa vocación tan ajena a la familia.

Las aulas de la Universidad Católica de Santa María supieron durante cinco años de sus afanes. Sus docentes, y hasta los administrativos de la Escuela de Ingeniería Agronómica, aún lo recuerdan como un riguroso investigador.

Apoyo. No se equivocaron porque durante sus diez años de experiencia laboral, además de seguir estudiando, ha caminado por cerros y campiñas en busca de nuevas especies para su registro mundial.

Sus pasos lo han llevado por los distritos rurales de Arequipa, Moquegua, Puno y Chachapoyas, y tiene en su haber la identificación de diez nuevas especies, todo un récord que lo vincula a las revistas especializadas del mundo como “Phytotaxa” de Holanda.

Estudió becado y obtuvo el grado de magíster en Ciencias Forestales y el de doctor en Ecología, ambos en Wageningen University en los Países Bajos.

Daniel Montesinos demanda de las instituciones estatales mayor interés en la investigación.

“He informado sobre mi último registro al Indecopi, pero no me han respondido. En la Universidad Nacional de San Agustín he sido incorporado a la Asociación de Investigadores, pero lo que quisiera en realidad es financiamiento para otras indagaciones”, dijo.

Este joven científico sigue esperando el interés de las entidades del Estado por la investigación.

EL DATO:

2013 publica el hallazgo en 2011 de la Paronychia ubinensis, hallada en el distrito de Ubinas, relativamente cerca al volcán, a 4500 m.s.n.m.

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