Tras cinco meses de encierro en el penal para mujeres de Santa Mónica, Abencia Meza rompió su silencio al ofrecer una entrevista exclusiva al dominical Punto final declarando, entre otras cosas, que la policía obligó a Cesar Mamanchura a acusarla de haber matado a Alicia Delgado.
La cantante vernácula asegura que nunca atacó a la Princesa del folclore, pero reconoce que le rompió varias veces el corazón al sacarle la vuelta con algunas aventurillas.
En el informe que se difundirá esta noche, la Reina de las parranditas revela que Mamanchura estuvo ebrio en el momento que la policía lo interrogó sobre la muerte de Alicia. Lo obligaron a decir que yo lo mandé a matar por una presión mediática, comenta.
Con los ojos rojos y quebrándose en varios momentos de la entrevista, la artista afirma que pidió una confrontación con Mamanchura y hasta ahora se la niegan. En ese momento ya estaba con Zundy y ella (Delgado) me pidió volver hasta el final, añadió.
Con respecto a los rumores de infidelidad de los que siempre se quejaba Alicia, Abencia comentó que fueron ciertos. Estuve mal pero sí, le fui infiel, confiesa.
Lo que sí deja en claro es que bajo ningún motivo pretendió agredir a su ex pareja y menos matarla. Según el informe, Abencia se quiebra cada vez que habla de su ex socia, amiga y confidente, ya que siempre la ha considerado como la mujer que la ayudó a surgir en el mundo artístico y sentimentalmente.
AYUDARA A GAUDY
En otro punto de la entrevista, Abencia, sin conocer que Gaudy Martel, hijastra de Alicia, se encuentra detenida al haber caído junto a una banda de robacasas, promete que si llega a Santa Mónica la ayudará.
Sin embargo, eso no quita lo que piense de ella. Si va presa sería una pena, pero yo la voy a apoyar. Lamentablemente ella (Gaudy) manipuló a Alicia para grabar el video donde me acusa de que cualquier cosa que le pasara yo sería la culpable, prosiguió.
Respecto a su permanencia en Santa Mónica, asegura que ya se encuentra más tranquila. Pasa su tiempo en el taller de cerámica, con lo que espera ganar un poco más de dinero, ya que -insiste- está en la quiebra. Sólo guarda la esperanza de que su hijo Yosmel Lugo pueda vender sus panetones para aliviar la urgencia económica que tiene su familia.
Por último, dijo que no pierde la fe de salir libre para Navidad. Afirma que le duele mucho que su familia, en especial su madre y sus hijos, tengan que pasar todas las semanas por controles de seguridad con el fin de estar con ella por unas horas.