Más de 30 mil fieles acompañaron ayer la venerada imagen del Señor de los Milagros durante su sexto y último recorrido procesional por diversas calles de Lima. El mar morado de personas se extendió desde el puente Santa Rosa, en el Rímac, hasta el jirón Quilca, en el Cercado de Lima.
El Cristo de Pachacamilla fue trasladado desde la iglesia Las Nazarenas hasta el cruce de la avenida Tacna y el jirón Huancavelica, donde el cardenal Juan Luis Cipriani celebró una misa.
El arzobispo de Lima pidió que en el Perú 'no se apruebe nada en contra de la vida' y que los padres de familia bauticen a sus hijos y los persuadan de realizar la confesión y la confirmación. Luego de la homilía, la efigie avanzó por la avenida Tacna, después por los jirones Ica y Chancay.
Posteriormente, las andas recorrieron las avenidas Emancipación y Tacna, y finalmente retornaron al monasterio en horas de la tarde. La imagen permanecerá allí hasta su salida en el 2010.