Maryluz Ordóñez Rodríguez tiene 28 años y una carrera agitada en la Policía Nacional del Perú, que incluye tiroteos, operaciones contra la delincuencia, y erradicación de la violencia de género en las comisarías de Familia. Pero quizá su mayor reto profesional comenzó hace dos meses al comandar la unidad de élite denominada Águilas Negras de Piura.
TRAYECTORIA
Ordóñez asumió el cargo el 31 de julio pasado, luego de que el director de la I Macro Región Policial de Piura, general PNP Luis Octavio Bisso Pun, la designara en una unidad que tradicionalmente era liderada por superiores varones.Pero la teniente Ordóñez -como le llaman sus subalternos- está lejos de ser una novata dentro de la Policía. Cuando tenía 21 años, Ordóñez se enroló en las filas de la institución y pasó a formar parte del equipo de la comisaría del Callao, sede policial que la vio combatir la delincuencia con mucho coraje y valentía.
Posteriormente asumió otros cargos, como la jefatura de la dependencia policial de Aeropuerto, de la comisaría de Familia e, incluso, fue miembro del grupo terna del Escuadrón Verde de Piura. Sin embargo, la experiencia le ha enseñado que el combate no es solo contra la delincuencia, sino contra una sociedad tradicionalmente machista.
“Nunca me imaginé llegar a esta unidad porque es operativa. Normalmente, la jefatura es asumida por varones. Es más, años anteriores los jefes de esta unidad han sido oficiales superiores, mayores. Yo escucho que la gente dice: ‘¡Ah, es mujer!’. En realidad, no tiene nada que ver si es varón o mujer, tanto mujeres como varones podemos cumplir diferentes roles, ocupaciones y profesiones. No se ha visto mucho, tal vez no es muy común, pero creo que depende de la capacidad de la persona ”, dice con mucha seguridad.
ARDUO TRABAJO
Al ser consultada sobre cómo va a encarar el reto, Ordóñez mira a sus agentes y con mucha seguridad dice que confía en su experiencia y en la de todo su equipo. Además, agrega que ya cuenta con el asesoramiento de “los más antiguos” para realizar una gran labor.“Si yo estoy aquí es porque mis superiores vieron que estaba trabajando bien y me designaron. Hay muchas personas capacitadas para cumplir con esta labor, simplemente se me dio la oportunidad, y aquí estoy para asumir el reto. Ser policía es una labor bastante sacrificada porque estamos expuestos a cualquier peligro. Si fuese el caso que me tiene que pasar algo, entonces así será”, explicó.
Con 47 efectivos a su cargo para cuidar ocho zonas de Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre, Ordoñez tiene un enorme desafío que, además de prevenir asaltos y robos a entidades financieras y bancarias, también pasa por lograr el apoyo incondicional de sus subordinados.
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