​¿Masajes al paso son peligrosos?
​¿Masajes al paso son peligrosos?

Una silla medianamente cómoda, adiestrados dedos y una ligera sonrisa parecen ser suficientes para ser masajista en esta Lima asfixiante. Ya no es extraño encontrar centros de masajes en una concurrida calle, mercado, feria o paradero de buses.

Coquetas señoritas o varones prometen a los transeúntes quitarles el cansancio, el estrés o los dolores de espalda y de columna. “Masajes, caballero. A cinco soles, diez minutos”, es la frase vendedora.

“Yo he estudiado rehabilitación y fisioterapia”, asegura una masajista de la feria Exponovedades, instalada entre la Panamericana Norte y Carlos Izaguirre, en Independencia. “Todos deben hacerse masajes para tener una vida saludable. ¿A quién no le duele la cabeza o la columna?”, pregunta.

Ante la proliferación de estos masajes callejeros, el terapeuta físico Christiam Megue, del Centro de Terapia VitaNova, advierte que son perjudiciales y recomienda no acudir a ellos porque no están regulados por las autoridades. “Si tienes una contractura o un espasmo, lo ideal es atacar la causa, no la consecuencia”, alerta.

El especialista manifiesta que tampoco alivian el cansancio o el estrés, para eso mejor es descansar. “Son una estafa, lo barato sale caro”, afirma.

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