Menor de edad estuvo dos meses con el cadáver de su madre en su vivienda
Menor de edad estuvo dos meses con el cadáver de su madre en su vivienda

'Mi enamorado la mató. No lo denuncié porque me dijo que si él iba a la cárcel, yo también lo haría', contó a la policía sin remordimiento la menor S.T.N.G. (14), quien permaneció dos meses con el cadáver de su madre en su vivienda de la Mz O, lote 10, de la urbanización Los Girasoles de La Molina.

La menor, quien es hija adoptiva de Vilma Gabriela Niño de Guzmán de la Rosa (63), exfuncionaria de la Municipalidad de Lima, relató con total sangre fría, a los agentes de la Divincri de la zona, el último día de vida de su madre.

Ella dijo que el 11 de enero su enamorado F.J.L.H. (16) no fue a estudiar y aproximadamente a mediodía, a escondidas de su mamá, quien bañaba a su padre José Tejada Ramírez (88), quien sufre de Alzheimer y está parapléjico, lo hizo entrar a su habitación.

Cuatro horas después, el muchacho estaba desesperado porque su papá se dio cuenta de que no había acudido a su centro de estudios y lo fue a buscar a la casa de su enamorada. 'Me dijo que distraiga a mi mamá para que pueda salir, porque su papá lo estaba esperando molesto', sostuvo.

Precisó que empezaron a discutir y que, al parecer, su madre escuchó ruidos, se dio cuenta y subió a su habitación. 'Le pedí que se escondiera. Mi madre ingresó, me gritó y empezó a golpearme', dijo.

Contó que en ese momento su enamorado salió de su escondite y golpeó en la cabeza a su madre con una pesa de gimnasio. 'La golpeó varias veces, yo no pude hacer nada', sostuvo.

Agregó que está tranquila, pues ella sabe que no la mató y que no habló por temor a ir a prisión. 'Estoy tranquila, porque yo sé que no la maté', dijo a los efectivos a cargo de las pesquisas.

Sin embargo, los agentes creen que la infortunada mujer, además de haber sido golpeada, también fue apuñalada, pues en el lugar encontraron un cuchillo de cocina torcido. 'La mujer intentó defenderse. No descartamos que la hija también haya participado en el feroz ataque', dijo.

La muchacha confesó también que para que el cadáver no emane un olor fétido, todos los días echaba ambientador, insecticida y hasta vinagre al cuerpo. 'El cuerpo fue encontrado en el suelo, la habitación estaba totalmente desordenada', reveló un agente.


La policía fue a la vivienda del presunto homicida en La Molina para notificarlo, pero no lo encontró. Un familiar informó que había ido a su colegio Sigma, pero en dicho lugar tampoco fue ubicado. La policía no descarta que el padre del muchacho haya sabido del crimen.

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