En la tarde de ayer, el juzgado penal de turno de la Corte Superior de Lima Norte dictó 18 meses de prisión preventiva contra cuatro de los cinco detenidos por el crimen de Patrick Zapata Coletti, amigo de Gerald Oropeza y acribillado en un descampado de San Martín de Porres tras salir de una discoteca.
Nick Romaní Tuamana (23), Mario Cesario Sales Rojas (56), Jesús Mayrol Sales Contreras (26) y Mario Jesús Sales Contreras (23) lloraron al escuchar la resolución judicial. “Ya no puedo ni llorar, porque me toman foto”, se quejó Nick Romaní. Los cuatro serán internados en un penal para afrontar la investigación y responder quién o quienes les contrataron para matar a Patrick.
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La jueza Gloria Ruth Silberio Encarnación declaró fundado el pedido del fiscal Luis Alberto Peláez, quien los denunció penalmente tras evaluar los atestados enviados por la Policía junto con los detenidos.
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La suerte del taxista Víctor Cesareo Pacheco Vásquez seguía siendo evaluada y es posible que también vaya a prisión preventiva.
Romaní, tras su captura, reconoció haber disparado contra Patrick, junto a Jhairol Torres, detenido tiempo atrás. También participó en el atentado contra Gerald Oropeza.
OROPEZA DESAFIANTE
Desde la clandestinidad, Oropeza, acusado de encabezar una red de narcotraficantes de alto vuelo, sigue retando a las autoridades. Aseguró nuevamente que no se entregará a la justicia y dará lucha para demostrar su supuesta inocencia.
Su abogado, Marco Riveros, informó ayer que su estrategia de defensa ha variado y ya no insistirá vía hábeas corpus para que se le levante la orden de captura.
En ese sentido ensayó una nueva hipótesis sobre el atentado con granadas de guerra y disparos que sufrió su defendido a bordo de lacamioneta Porsche. Afirmó que fue por extorsión y no por un presunto ajuste de cuentas entre narcobandas.
“No ha sufrido un atentado contra su vida, ha sido víctima de una extorsión, debido a que los disparos no se realizaron a las ventanas del vehículo sino a la carrocería, lo cual es propio de una extorsión”, indicó, intentando echar por tierra las investigaciones que apuntan a una guerra de mafias de la droga.